martes, 8 de enero de 2013

ORACION PARA EL AMOR

ORACION PARA EL AMOR

Vamos a compartir un bello sueño juntos: un sueño que querrás tener siempre. En este sueño te encuentras en un precioso día calido y soleado. Oyes los pájaros, el viento y un pequeño río. Te diriges hacia el; en su orilla hay un anciano que medita y ves que, de su cabeza, emana una luz maravillosa de distintos colores. Intentas no molestarle, pero el percibe tu presencia y abre los ojos, que rebosan de amor. Sonríe ampliamente. Le preguntas que hace para irradiar esa maravillosa luz, y si puede enseñarte a hacerlo. Te contesta que hace muchos, muchos años, el le hizo esa misma pregunta a su maestro.

El anciano empieza a explicarle su historia: “Mi maestro se abrió el pecho, extrajo su corazón, y de el, tomo una preciosa llama. Después, abrió mi pecho, saco mi corazón y deposito esa pequeña llama en su interior. Coloco mi corazón de nuevo en mi pecho, y tan pronto como el corazón estuvo dentro de mi, sentí un intenso amor, porque la llama que puso el era su propio amor.

“Esta llama creció en mi corazón y se convirtió en un gran fuego que no quema, sino que purifica todo lo que toca. Ese fuego toco todas células de mi cuerpo y ellas me entregaron su amor. Me volví uno con mi cuerpo y mi amor creció todavía mas. El fuego toco todas las emociones de mi mente, que se transformaron en un amor fuerte e intenso. Y me ame a mi mismo de una forma absoluta e incondicional.

“Pero el fuego continuo ardiendo y sentí la necesidad de compartir mi amor. Decidí poner un poco de el en cada árbol, y los árboles me amaron y me hice uno con ellos, pero mi amor no se detuvo, creció todavía mas. Puse un poco de el en cada flor, en la hierba y en la tierra, y ellas me amaron y nos hicimos uno. Y mi amor continuo creciendo mas y mas para amar a todos los animales del mundo. Ellos respondieron a el, me amaron y nos hicimos uno. Pero mi amor continuo creciendo mas y mas.

“Puse un poco de mi amor en cada cristal, en cada piedra, en el polvo y en los metales, y me amaron y me hice uno con la tierra. Y entonces decidí poner mi amor en el agua, en los océanos, en los ríos, en la lluvia y en la nieve, y me amaron y nos hicimos uno. Y mi amor siguió creciendo todavía mas y mas. Y decidí entregar mi amor al aire, al viento. Sentí una fuerte comunicación con la tierra, con el viento, con los océanos, con la naturaleza, y mi amor creció mas y mas.

“Volví la cabeza al cielo, al sol y las estrellas y puse un poco de mi amor en cada estrella, en la luna y en el sol, y me amaron. Y me hice uno con la luna, el sol y las estrellas, y mi amor continuo creciendo mas y mas. Y puse un poco de mi amor en cada ser humano y me volví uno con la humanidad. Dondequiera que voy, con quienquiera que me encuentre, me veo en sus ojos, porque soy parte de todo, porque amo.”

Y entonces el anciano abre su propio pecho, extrae su corazón con la preciosa llama dentro y la coloca en tu corazón. Y ahora esa llama crece en tu interior. Ahora eres uno con el viento, con el agua, con las estrellas, con toda la naturaleza, con los animales y con todos los seres humanos. Sientes el calor y la luz que emana de la llama de tu corazón. De tu cabeza sale la preciosa luz de colores que brilla. Estas radiante con el resplandor y rezas:

Gracias, Creador del Universo, por el regalo de la vida que me has dado. Gracias por proporcionarme todo lo que verdaderamente he necesitado. Gracias por la oportunidad de sentir este precioso cuerpo y esta maravillosa mente. Gracias por vivir en mi interior con todo tu amor, con tu espíritu puro e infinito, con tu luz calida y radiante.

Gracias por utilizar mis palabras, mis ojos y mi corazón para compartir tu amor dondequiera que voy. Te amo tal como eres, y por ser tu creación, me amo a mi mismo tal como soy. Ayudame a conservar el amor y la paz en mi corazón y a hacer de ese amor una nueva forma de vida, y haz que pueda vivir amando el resto de mi existencia. Amen.

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